(BPT) - Hace un año, Shannon Lanier, enfermera práctica certificada nacida en Carolina del Norte, se vio atrapada en una tormenta que parecía de otro mundo: el huracán Florence, que trajo consigo …
This item is available in full to subscribers.
We have recently launched a new and improved website. To continue reading, you will need to either log into your subscriber account, or purchase a new subscription.
If you are a digital subscriber with an active subscription, or you are a print subscriber who had access to our previous wesbite, then you already have an account here. Just reset your password if you have not yet logged in to your account on this new site.
If you are a current print subscriber and did not have a user account on our previous website, you can set up a free website account by clicking here.
Otherwise, click here to view your options for subscribing.
Please log in to continue |
(BPT) - Hace un año, Shannon Lanier, enfermera práctica certificada nacida en Carolina del Norte, se vio atrapada en una tormenta que parecía de otro mundo: el huracán Florence, que trajo consigo más de dos pies de agua a su ciudad natal de Wilmington.Lanier había escuchado todas las advertencias, y sabía que el huracán tenía el potencial de ser muy grande. Pero nunca antes había evacuado de su domicilio, y su plan era esperar el paso del meteoro en su casa, construida 30 años atrás, ubicada al extremo de una calle sin salida cerca del río Cape Fear.Pocas horas antes del paso de Florence, la elevación del nivel del agua obligó a Lanier, a su compañera de casa y a su gran danés de 140 libras, a buscar refugio en la segunda planta de la vivienda. Al visitar la página de Facebook, se enteró de que la Marina Cajún Unida estaba rescatando a residentes de su barriada. Usando la linterna de su teléfono para hacer señales pidiendo ayuda, vadeó cuatro pies de agua en el primer piso de la casa para llegar a la embarcación de rescate.Los voluntarios ayudaron al trío de mujeres y perro a subir a la embarcación, y comenzaron a remar enfrentando la corriente calle arriba. Mientras lo hacían la embarcación se volcó, obligando a todos a nadar hacia un lugar seguro con un solo chaleco salvavidas disponible. Por suerte, pudieron arreglárselas para salir del agua y luego ser transportados a un refugio de evacuados.“Solo teníamos la ropa que llevábamos puesta”, recuerda Lanier. “El refugio estaba lleno y los suministros escaseaban. Pero incluso agradecimos enormemente que nos dieran unas cuantas toallas de papel para secarnos”.Lanier trabajaba en el Centro de Diálisis DaVita Sedc Wilmington— el único proveedor de diálisis de Wilmington — hacía 18 años. Sus pacientes con enfermedades renales crónicas necesitaban un tratamiento de cuatro horas al día tres veces por semana, y la enfermera los consideraba parte de su familia.“Después del paso de Florence, sentí una enorme tristeza al saber que no podría auxiliar a mis pacientes”, rememora Lanier. “Siempre fui la que se ofrecía a buscar pacientes y garantizaba que recibieran diálisis en algún lugar después de una tormenta. Pero esa vez me resultó imposible.”No obstante, cientos de sus compañeros de equipo brindaron su ayuda, vadeando corrientes con el agua a la cintura para guiar a los pacientes a la seguridad y el tratamiento. DaVita envió camiones de combustible, colocó generadores donde no había energía eléctrica, y creó una línea de ayuda dedicada para conectar a Lanier y otros enfermeros con los recursos de socorro. Además, se ofrecieron donaciones únicas a los compañeros de equipo necesitados y afectados por Florence. Seis meses después del paso del huracán, Lanier pudo regresar finalmente a su casa.“Sin DaVita mi recuperación habría sido imposible”, asegura Lanier. “Iglesias, refugios y muchas personas me brindaron apoyo. Cuando ocurre este tipo de cosas, la gente se une. El poder de esta historia está en cómo todos me ofrecieron su ayuda. Supe que no estaba sola”.Cuando ocurre un desastre, es importante contar con un plan de contingencia. A continuación, algunos detalles que debe considerar a la hora de crear ese plan:
Durante el resto de la temporada de huracanes, busque más consejos de preparación en el sitio web ready.gov [https://www.ready.gov/es]. También hay recomendaciones de preparación para personas con enfermedades renales en www.davita.com/education/ckd-life/emergency-preparedness-for-people-with-kidney-disease.‘Supe que no estaba sola’. Enfermera de Carolina del Norte reflexiona sobre el huracán Florence